Será sonoro

Tenía dieciocho años menos, dieciocho kilos menos y probablemente dieciocho canas menos. Pero en ciertas cosas —no muchas— pensaba igual que pienso ahora.

Un 21 de septiembre publiqué un post titulado “Una apología del sonido en las interfaces web” y ¿sabes qué pasó? Que me cayeron tortas por todos lados: “¡pero qué tontería es esa!” “Menuda chorrada”, “la gente no quiere que la web sea una feria de sonidos”… Aquí está la prueba y aquí el enlace al artículo completo:

 Desde entonces, se me quedó una espinita clavada. La realidad probó mi hipótesis, el iPhone trajo las apps, con ellas vinieron los sonidos y ya no se van a ir.

Sin embargo, ese dolorcillo se mantuvo hasta que conocí a Javier Suárez Quirós. De poco sirven las complicidades si no se converten en conspiraciones, así que decidimos convertir todas esas intuiciones y observaciones en un plan. El objetivo era incorporar el diseño de lo acústico en los productos digitales (su sonificación), en la formación de todo diseñador de interacción que pasase por el Instituto. Lo hicimos, tímidamente con algunas charlas, después con un programa técnico, un curso para BBVA y con un módulo en el programa de diseño de interacción.

Pero cuando uno siente que tiene una verdad luminosa entre las manos, no puede quedarse sin compartirla. Lo presencial no es suficiente, tenemos que conseguir que esos conceptos lleguen a más personas, no sólo a quienes puede pisar la sede de Goya 27 en Madrid.

Antes de vacaciones decidimos que Enfoques.net, nuestra plataforma de cursos en video, podría servir. Al fin y al cabo, por el momento vemos la sonificación como una herramienta al servicio de quien diseña y quizás todavía no como una especialización. Esa es la esencia de esos cursos en video.

El curso está ya en el horno y este es el trailer que lo explica. A ver qué te parece:

Nuestro reto es triple: ser capaces de profundizar, conectar conocimientos con práctica y contagiar. Nuestro convencimiento es uno: el diseño de interacción de dentro de unos años será sonoro. Puede que hasta sea, en muchos casos, únicamente sonoro. Y de nada valdrán los conocimientos de UX actuales sin entender esa dimensión, igual que de nada valieron los conocimientos de arquitectura de información previos al iphone si no se entendía la dimensión interactiva de las apps y lo táctil.

Apuesto a que en tu entorno ya has percibido cómo lo sonoro empieza a importar, quizás discretamente o de maneras no intencionadas. Si es así, me hará ilusión que compartas esas impresiones en los comentarios.

Tengo la intuición de que este es un cambio que pocos vemos llegar y que esta vez no faltan dieciocho años.